Friday, August 11, 2006

Mi barrio lindo

El Barrio Chino de Belgrano
Delicias de la China Town porteña
Por Adriano Ricco
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(conexiones@claringlobal.com.ar)
Premisa: recorrer la propia ciudad con cierta mirada de turista accidental para asombrarse con la miles de postales que ofrece Buenos Aires. Entonces, ¿por qué no mirar con ojos rasgados las calles Arribeños, Mendoza y Montañeses tan sólo por el placer de disfrutar un tour citadino bien a la oriental? Sake y otras yerbas
Cuentan los vecinos (argentinos) que los primeros en llegar a la china town porteña no fueron chinos, sino taiwaneses. A pesar de este dato insoslayable, lo cierto es que “Casa China” fue el primer supermercado que ofreció mucho té de ginseng, barras de tofu, anguilas y algas en placas o desmenuzadas en sus góndolas. Cuenta la leyenda que en los curiosos años 90, llegó una farmacia y una herboristería y así comenzó la movida que promete incluir a la colectividad japonesa, coreana, tailandesa y vietnamita en el corto plazo. Habrá que ver... Los supermercados del barrio merecen un párrafo aparte. En la calle Arribeños, a metros de Juramento, está "Asia Oriental Shopping”. Allí, dicen los que saben (cocinar), es posible encontrar todo lo necesario para preparar un plato típico de la gastronomía china. Algo curioso de este supermercado: entre tantas algas, porotos de soja y diferentes tipos de arroz, se puede encontrar una yerba mate marca “Sol de Oriente”, como corresponde. De tanto dar vuelta por las góndolas, uno llega a las bebidas alcohólicas y no esperen encontrar pasillos y pasillos de botellas de colores. La realidad es que la sección no es amplia pero la cerveza japonesa puede ser un buen punto de partida, junto con el vino de arroz, el sake y el licor de ciruela (que se ofrece en un glamoroso frasco parecido al de la mermelada) Para quienes estén muy dispuestos a invertir un dinero en estas delicias, atención porque un botellón de 1 ½ de sake ronda entre 50 y 95 pesos… Las callecitas de Belgrano tienen ese... 我不懂得什 么 Y sí, en la china town porteña se puede encontrar de todo: comidas y verduras típicas; restaurantes; escuelas; un templo budista; supermercados a gusto y piacere; almacenes especializados en productos usualmente provenientes de la soja; peluquerías; herboristerías y videoclubes. Como debe ocurrir un una país-crisol-de-razas, no es necesario ser un verdadero chino para unirse a la manada de aproximadamente 15 mil visitantes que la recorren cada fin de semana. Una vez superada la etapa de los supermercados (atención porque algunos aromas no son precisamente un placer), el recorrido debería apuntar a Mendoza 1666. ¿Por qué? Porque lo juzgué decoroso y porque allí se encuentra la Iglesia Presbiteriana Evangélica Sin-Heng, instalada en Belgrano desde el año 1982. Además de actividades netamente religiosas, allí las cándidas criaturas pueden tomar clases de apoyo escolar en su Instituto Cultural de Idiomas. De ahí y siempre con el halo religioso en el aire, caminamos derecho y sin mirar el piso hasta Montañeses 2175. En este punto, nos espera el templo budista Chong Kuan. ¡A meditar un poco estresados bichitos de ciudad! Ondas de amor y paz Si la meditación no fue suficiente para los porteños deseosos de estar reconciliados con el mundo, pocas cosas más indicadas que zambullirse en el mundo del feng shui (que significa agua y viento). En Arribeños, decenas de locales dedicados a este arte milenario, venden objetos ideales para la armonía del hogar o la oficina. Atención, después de comprarse la fuente y reubicar los espejos, lo indicado es sacar los bonsáis de la casa, poner los libros al borde de los estantes y, sobre todo, no obstaculizar la circulación de aire por debajo de la cama… Libros, mangas y videos Como vemos, la versión local del Barrio Chino es un mix oriental donde, por ejemplo, es posible alquilar las clásicas historietas japonesas sólo si se cumplen dos requisitos: tener 15 pesitos en el bolsillo y conocimientos de chino...
Así, en una galería de Arribeños, aquella módica suma permite acceder al selecto club de quienes tienen en su poder por unos días todas las historietas (para adultos) disponibles. Antes de ilusionarse con alquilar un par de detectives para el fin de semana, tengan presente el segundo requisito para poder hacer algo más que mirar los dibujitos. Ni sueñen con encontrar alguna en inglés y, mucho menos, en castellano. Los visitantes bilingües también podrán alquilar todas las películas que quieran en la misa galería. Así como ocurría con los mangas, todo el material es “made in Taiwán” y se ofrece en VHS y DVD. La gran diferencia con los “videos locales” es que el alquiler se hace por hasta dos meses... El paseo va llegando a su fin. Cuando ya alquilamos el manga (que quizá no entendamos) y la versión china de “Kung Fu”; cuando ya tenemos en nuestro poder una botella de sake y un par de cajas de té de ginseng, estamos listos para disfrutar las compras mientras tomamos un cortado en un bar de Juramento…

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